Para empezar un post de reflexiones sobre el dinero, nada mejor que hacerlo con la inmensa variedad de palabras que podemos usar para nombrarlo...
Pasta, panocha, mosca, plata, cash, perras, guita, lana, duros, pelas, parné, cuartos…
Probablemente sea la palabra que más sinónimos tiene en cualquier idioma.
Dinero; tan amado, tan odiado, tan necesario. Oscuro objeto de deseo, fuente de bendiciones y desolación. Medio de creación en las buenas manos y de destrucción masiva en las malas; capaz de declarar la guerra y de firmar la paz. Poseedor de la siniestra habilidad de encantar a los humanos, tal que hiciera el flautista de Hamelin.
Es posible que no exista sobre la faz de la tierra nada tan místico. La humanidad no ha vuelto a ser la misma desde que la primera moneda se puso en circulación.
Muy atrás quedaron ya los tiempos del trueque y el hágalo usted mismo. Ese entrañable y siempre cálido intercambio de patatas por maíz, vino por huevos, estos por harina, arroz o cuero…
Índice de contenidos
Mis reflexiones sobre el dinero
Con el dinero llegaron los intereses, la deuda y los impuestos. Bueno, también llegaron los banqueros; aunque de estos no hablaremos…
Desde su creación, la mayoría de los humanos ha codiciado su tenencia y disfrute. Innumerables guerras dan fe de ello. Tan antiguo como él es el sueño del hombre de gozar de una cantidad tal, con la que poder vivir holgadamente el resto de su vida.
“Para lograr la independencia financiera sólo hay un camino: Trabajo y Ahorro” Benjamin Franklin
Mucho ha llovido ya desde la época del bueno de Benjamin. A pesar de que la esencia, la idea en torno a la que giran sus palabras, sigue siendo válida; simplemente hay que ponerla en contexto para los tiempos que corren...
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Al trabajo podemos llamarlo también actividad, la principal diferencia consiste en:
- Trabajo es hacer algo que no nos gusta, por lo cual recibimos un salario a final de mes.
- Actividad es hacer algo que sí nos gusta y que haríamos prácticamente sin cobrar, por lo cual recibimos una compensación económica, la mayoría de las veces superior a la que recibimos trabajando y dedicándole, normalmente, mucho menos tiempo.
Reflexiones sobre el dinero – ¿Qué es el ahorro?
El diccionario de la Real Academia de la lengua Española nos brinda las siguientes definiciones:
- Reservar alguna parte del gasto ordinario.
- Guardar dinero como previsión de necesidades futuras.
- Evitar un gasto o consumo mayor.
Entonces: Independencia Financiera = Trabajo + Ahorro.
Está claro, ¿verdad?, tanto como que 2 por 2 son 4.
Pues sí, pero no. Pues como muy bien decía André Kostolany, húngaro y uno de los mayores especuladores bursátiles que habido en la historia, en el mundo de la Bolsa de valores y el dinero 2 por 2 son 5 – 1, o bien 2 por 2 son 3 + 1; pero jamás 2 por 2 son 4.
En cierta ocasión, le preguntaron al señor Albert Einstein cuál era según él, la fuerza más poderosa del universo, su respuesta fue:
“El interés compuesto”
Sin embargo, para que este pueda realizar su magia a la máxima expresión, han de cumplirse tres circunstancias:
- Disponer de algún capital.
- Tipos de interés positivos.
- Incrementar el capital, en la medida de lo posible, mediante el ahorro sistemático.
Ten en cuenta que si alguno de estos factores no se cumple, lo que para Einstein era la fuerza más poderosa del universo, se convierte en poco más que una brisa de verano.
Hasta aquí todo perfecto, lo que no nos dice nuestro querido diccionario, y tampoco Albert, es que con la actual coyuntura económica y los tipos de interés en mínimos históricos, inclusive con tasas negativas en países vecinos, el ahorro sistemático per se no nos conducirá a ningún lugar.
Reflexiones sobre el dinero – ¿Podré conseguir la independencia financiera solo con el ahorro?
Podemos ahorrar metódicamente sólo para comprobar que día a día y gracias a factores tales como: la inflación, impuestos directos e indirectos, comisiones de servicio, bancarias o gestión, inversiones en productos no eficientes o tóxicos (acciones preferentes, cuotas participativas, fondos de inversión) nuestro montoncito va siendo erosionado constantemente, pudiendo incluso en ocasiones llegar a evaporarse.
Si queremos evitar todo esto y ver crecer nuestro capital a un ritmo que nos permita soñar con alcanzar algún día la independencia financiera, es de vital importancia aprender a gestionar nuestros recursos económicos.
Tenemos que estudiar y aprender nuevas técnicas, productos y mercados. Es necesario realizar cosas que la mayoría de las personas no haga. Tenemos que ser únicos, originales y transgresores.
Hacer todo esto no va a ser una tarea fácil, pero no hay atajos. Debemos de responsabilizarnos de nuestro futuro bienestar económico. Así que dejemos de fiarnos del cuñado, de la vecina del quinto, del compañero de trabajo o del director de oficina bancaria de turno. No podemos confiar nuestro futuro al azar, es demasiado importante.
Busquemos, estudiemos y emulemos a las personas que hacen o que han conseguido todo aquello que nosotros deseamos.
Reflexiones sobre el dinero – ¿Deuda buena o deuda mala?
Con el dinero llegó la deuda, y con ella la locura colectiva. Nos endeudamos para comprar un coche, una casa, irnos de vacaciones, vestirnos a la moda o por cualquier otro motivo sin percatarnos que entregamos a cambio nuestro tiempo y libertad.
En el mismo instante que contraemos la deuda, pasamos a ser esclavos del sistema; nos convertimos en empleados de nuestro acreedor, le pagamos a él antes incluso que a nosotros mismos, nos convertimos en su activo.
El que controla la deuda, controla el mundo. Vivimos en los tiempos del quién le debe a quién, de las astronómicas deudas gubernamentales, el déficit público, reestructuraciones y defaults…
Como dejó escrito André Kostolany: “mucho ruido y pocas nueces”.
La inmensa mayoría de estas deudas no se terminarán pagando nunca, solo irán aumentando en tamaño y plazo de vencimiento. Por lo tanto, la única que debería preocuparnos es la nuestra, la que nosotros contraigamos. Esa será un factor de capital importancia y uno de los motivos por los que podremos algún día disfrutar o no de la independencia financiera.
Reflexiones sobre el dinero – ¿Qué son los impuestos?
La palabra impuesto proviene del latín, concretamente del término Impositus, el concepto hacer referencia al tributo que se establece y recauda según la capacidad financiera de todos aquellos que están sometidos a él.
La capacidad financiera sugiere que quien más posee más tiene que tributar. Como siempre suele ocurrir en estos casos con la teoría; es bonita, justa y equitativa. La realidad, todos la conocemos. La carga impositiva a la que estamos sometidos es tal que resulta asfixiante.
Todos trabajamos para el Estado
Trabajamos aproximadamente seis meses al año solo para satisfacer el apetito voraz de la Hacienda pública. Además, con lo que queda hay que tributar también por: IVA, IBI, impuestos especiales, tasas, contribución… Si al final conseguimos salvar algo de las garras de este monstruo expoliador, tendremos que aceptar que cuando sea nuestra hora de dejar este mundo, de todo lo que dejemos atrás también se llevarán su parte.
Para terminar de arreglarlo, y siendo la regla más que la excepción, a todas horas los medios de comunicación están plagados de casos que tiran por tierra la citada teoría.
Amnistías fiscales, multinacionales que prácticamente no tributan en ningún país; grandes patrimonios que controlan su fortuna mediante sofisticados “vehículos”, como los trust, Sicav, IBC o fundaciones, sin presuntamente otro motivo que rebajar su factura fiscal, dinero de los contribuyentes que desaparece con destino a las cuentas en Suiza de algunos políticos corruptos…
Por desgracia, todo esto es el pan nuestro de cada día. Si queremos tener alguna posibilidad de salir con vida de este campo de minas, vamos a tener que aprender a jugar. Como en todo juego, hay unas reglas que debemos conocer, y el simple hecho de conocerlas no hará que nos convirtamos automáticamente en ganadores, pero sí conseguirá que dejemos de ser unos patéticos perdedores.
Benjamin Franklin dejó escrito:
“Lo único seguro en esta vida, son la muerte y los impuestos” Benjamin Franklin
Reflexiones sobre el dinero – ¿Podemos pagar los impuestos que queramos?
Es más sencillo de lo que parece… Si no quieres pagar IRPF, no trabajes por cuenta ajena.
¿No quieres pagar impuestos por la venta de una vivienda?, no la compres, por lo menos no lo hagas utilizando los métodos tradicionales.
Para no pagar el IBI, vive de alquiler. Y si no quieres que tus herederos tengan que pagar el día que tú dejes este mundo, haz desaparecer tu patrimonio.
Aunque no abogo por la evasión, la cual es un delito, nunca lo haré. Lo hago a favor de la elusión, que simplemente consiste en organizar todos nuestros asuntos económicos del modo más eficiente posible para minimizar al máximo el pago de cualquier tipo de impuesto, siendo esto perfectamente legal y, por qué no decirlo, muy satisfactorio tanto para el alma como para el bolsillo.
Conclusión
Resumiendo, el mundo en el que vivimos no se limita a nuestro país con sus leyes, hay mucho más ahí fuera de lo que podemos beneficiarnos. En la fiscalidad, como en casi todo, la ignorancia nos cuesta dinero.
Si no queremos tomarnos la molestia de hacerlo nosotros mismos, siempre nos quedará la opción de pagar porque nos lo hagan, o no hacer nada al respecto y seguir transitando el camino que conduce directamente a la mediocridad.
En conclusión, si quieres aprender más sobre las distintas opciones existentes para organizar tus finanzas de un modo eficaz, fiscálmente hablando...
Y con esto acaba este post sobre mis reflexiones sobre el dinero…
¿Y tú? ¿Qué piensas sobre el dinero, la deuda y los impuestos?
Siéntete libre de comentar lo que consideres oportuno. Te espero en los comentarios…
Saludos.
David L
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Excelente articulo, gracias David por compartir. Exitos y bendiciones.